Desde NeoFisio te explicamos qué es la artrosis, cuáles son sus causas, síntomas más frecuentes y los tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta principalmente el cartílago, el tejido que cubre y protege los extremos de los huesos en las articulaciones.
Esta condición, también conocida como osteoartritis, puede causar dolor, rigidez e hinchazón, lo que a menudo dificulta la movilidad de la persona afectada.
Es importante destacar que la artrosis puede presentarse de manera diferente en cada persona. Factores como la edad, el peso, la genética y el nivel de actividad física desempeñan un papel crucial en el desarrollo y la progresión de esta enfermedad. En la mayoría de los casos, la artrosis afecta las rodillas, caderas, manos y columna vertebral.
Diferencias entre artrosis y artritis
Es común que las personas confundan la artrosis con la artritis, ya que ambas condiciones afectan las articulaciones. Sin embargo, existen diferencias significativas entre ellas.
La artritis es un término amplio que se refiere a la inflamación de las articulaciones, siendo la artritis reumatoide una de las formas más conocidas. A continuación, se detallan algunas de las diferencias clave:
- Causa: La artrosis se debe principalmente al desgaste del cartílago, mientras que la artritis puede ser causada por una respuesta autoinmune o infecciones.
- Edad: La artrosis es más común en personas mayores, mientras que la artritis reumatoide puede aparecer a cualquier edad.
- Síntomas: En la artrosis, el dolor tiende a mejorar con el movimiento, mientras que en la artritis, el dolor puede aumentar con la actividad.
Además de estas diferencias, es importante considerar que el tratamiento para cada una de estas condiciones también varía significativamente.
Causas principales del desgaste articular
El desgaste articular puede ser provocado por una variedad de factores. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Envejecimiento: Con el paso del tiempo, los cartílagos se desgastan y pierden su capacidad para regenerarse.
- Obesidad: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas y caderas.
- Lesiones previas: Lesiones articulares pueden predisponer a una persona a desarrollar artrosis en el futuro.
- Genética: Antecedentes familiares de artrosis pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad.
Síntomas comunes de la degeneración articular
Los síntomas de la artrosis pueden variar en intensidad y duración. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor articular: Un dolor constante que puede empeorar con la actividad y mejorar con el descanso.
- Rigidez: Sensación de rigidez en las articulaciones, especialmente después de periodos de inactividad.
- Hinchazón: Puede haber inflamación en las articulaciones afectadas.
- Crujidos: Sensación de roce o crujido en la articulación al moverla.
Es fundamental prestar atención a estos síntomas y buscar atención médica si se experimentan, ya que un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento.
Importancia de la fisioterapia en el tratamiento de la artrosis
La fisioterapia desempeña un papel crucial en la gestión de la artrosis. Un fisioterapeuta especializado puede evaluar las necesidades del paciente y desarrollar un plan de tratamiento personalizado que incluya ejercicios específicos, terapia manual y educación sobre el manejo del dolor.
Los beneficios de la fisioterapia son numerosos. Ayuda a mejorar la movilidad, fortalecer los músculos que rodean la articulación afectada y reducir el dolor y la inflamación.
Además, la fisioterapia puede enseñar al paciente técnicas adecuadas para realizar sus actividades diarias sin agravar la condición.
Ejercicios recomendados para aliviar el dolor por artrosis
Realizar ejercicios de manera regular es esencial para quienes padecen artrosis. Aquí hay algunos tipos de ejercicios que pueden ser beneficiosos:
- Ejercicios de rango de movimiento: Ayudan a mantener la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones.
- Ejercicios de fortalecimiento: Fortalecen los músculos alrededor de la articulación, lo que proporciona un mejor soporte.
- Ejercicios aeróbicos: Actividades de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta que mejoran la salud cardiovascular y ayuda a controlar el peso.
Es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, para asegurarse de que sean apropiados para la condición específica del paciente.
Por qué elegir NeoFisio para tratar la artrosis en Valencia
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