Hoy en día, cada vez es más común procurar llevar una vida “healthy”, sana, con unos hábitos de vida saludables, comer comida “real”, ser más ecológico, reciclar y prevenir la contaminación o mitigar el efecto invernadero, etc. Realmente, son cuestiones interesantes que tratar por la repercusión que tienen y tendrán sobre nuestro bienestar.
Todas ellas son estrategias que desarrollamos para lidiar con el problema de cómo nos afecta la contaminación ambiental y la toxicidad generada en un medio ambiente, habitualmente urbano. La Organización de las Naciones Unidas destaca como culpables de la contaminación a las ciudades, que ocupan el 2% del territorio mundial y producen el 70% de los gases contaminantes. Cada día surgen más estudios que respaldan el papel en la creación de enfermedades por parte de una sobrecarga tóxica consecuencia de la contaminación ambiental.
Para muchas personas que viven en este mundo más contaminado y estresante, los sistemas corporales pueden sobrevenir saturados y estresados por diferentes contaminantes que comprometerán su óptimo estado de salud. Si a esto, se le añaden unos hábitos alimentarios poco saludables, el sedentarismo, etc. observamos en la práctica clínica diaria una serie de signos y síntomas clínicos, como falta de energía, fatiga, dificultad de concentración, insomnio, irritabilidad, aumento de peso, trastornos hormonales y otros, que pueden tener su causa en el grado de toxicidad presente en el individuo.
Aunque a menudo no nos parece muy evidente, el cuerpo y la psique tienen capacidad para manejar estos condicionantes. De hecho, no es tanto el grado de intoxicación como la capacidad para desintoxicar que se posea. La detoxificación es un corolario de procesos fisiológicos y psicológicos a través de los cuales el organismo identifica, neutraliza y elimina substancias tóxicas, productos metabólicos, hábitos y patrones.
Desde la perspectiva de la Osteopatía, es importante que la persona tenga a su disposición unos recursos naturales propios para recuperarse. La practica osteopática se encaminará a dar soporte al organismo para favorecer ciertas condiciones que permitan utilizar lo mejor posible nuestros recursos innatos, nuestra capacidad de autocuración y nuestras aptitudes para superar las debilidades y disfunciones somáticas causadas por un componente de toxicidad.