¿Cuándo empezar fisioterapia en el embarazo?

Para muchas mujeres empezar fisioterapia en el embarazo representa una garantía sólida de que los desafíos físicos del parto y la maternidad estarán bajo control. De la misma forma, algunas no están seguras de cuándo es el momento adecuado para iniciar este proceso de entrenamiento físico y mental.

Tomándolo en cuenta, desde Neofisio te expondremos todo lo que necesitas sobre cuándo empezar fisioterapia en el embarazo. Ya que de esta forma podrás planificarte apropiadamente para hacerle espacio en la agenda trimestral a esta actividad tan ventajosa.

¿Por qué es beneficioso empezar fisioterapia en el embarazo y en qué consiste este proceso?

El embarazo es una etapa llena de cambios anatómicos, posturales y fisiológicos para la mujer que está gestando al futuro bebe. A su vez, durante el parto todos estos desafíos físicos escalan a un nivel mucho más complejo que requiere de cierto nivel de adecuación corporal que se da de manera natural. 

Sin embargo, esa adaptación también puede ayudarse con un entrenamiento fisioterapéutico. Esto debido a que las disfunciones pélvicas postparto como la incontinencia, el prolapso y la diástasis abdominal, son evitables con una musculatura que ha sido trabajada. 

Por otra parte, al empezar fisioterapia en el embarazo se procura que los siguientes criterios estén bajo control gracias a una potenciación continua que fortalece las paredes vaginales y pélvicas:

  • Tonificación y mayor flexibilidad en la musculatura abdominal.
  • Mejora de la condición física y la capacidad respiratoria con ejercicios controlados y supervisados.
  • Una reeducación postural que alivia o previene el malestar lumbar y pélvico que se da con cierta frecuencia en las últimas etapas del embarazo.
  • Adiestramiento en la movilidad y flexibilidad de la pelvis para garantizar una mejor biomecánica en el encajamiento, alumbramiento y expulsión del bebe.

¿A partir de qué punto se aconseja empezar fisioterapia en el embarazo?

Siguiendo la idea, los expertos aconsejan que a partir de la semana 16 de gestación se empiece un plan fisioterapéutico preventivo que irá escalando en su enfoque instruccional hasta llegar a un adiestramiento que facilite el parto. 

De hecho, el masaje perineal y el entrenamiento de los pujos tiene que realizarse con cierta frecuencia después de la semana 34. Aunque también hay que destacar que la fisioterapia para embarazadas siempre tiene que estar supervisada por un experto en fisioterapia uroginecológica.

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